«Chemsex: Una mirada psicológica»
Se conoce como Chemsex el uso intencionado de drogas con el fin de mantener relaciones sexuales durante un largo período de tiempo. Se produce principalmente entre hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres así como cualquier persona que forma parte de la comunidad LGTBIQ+. Coloquialmente esta práctica es conocida con nombres como “chill”, “sesión”, “colocón”, “vicio”….
El acceso a esta práctica se produce principalmente a través de aplicaciones de contactos con geolocalización y redes sociales.
El chemsex va más allá del simple consumo de drogas durante las relaciones sexuales. Es una práctica que a menudo se vincula a la búsqueda de sensaciones intensas, la conexión social y, en algunos casos, la automedicación de trastornos psicológicos. Las sustancias más comúnmente utilizadas en el chemsex incluyen el GHB, la cocaína, mefedrona, poppers o ketamina así como fármacos para favorecer la erección.
¿Por qué es un problema?
- Riesgos para la salud: Transmisión de infecciones de transmisión sexual (ITS), sobredosis, problemas cardiovasculares, daño cerebral.
- Salud mental: Depresión, ansiedad, trastornos psicóticos, trastornos de la personalidad.
- Impacto social: Aislamiento social, problemas laborales, dificultades en las relaciones.
Las Raíces Psicológicas del Chemsex
Comprender las razones detrás del chemsex es fundamental para diseñar intervenciones efectivas. Algunos de los factores psicológicos subyacentes incluyen:
- Búsqueda de sensaciones: La necesidad de experiencias intensas y nuevas.
- Automedicación: El uso de drogas para aliviar síntomas de trastornos mentales.
- Conexión social: La búsqueda de un sentido de pertenencia y comunidad.
- Adicción: El desarrollo de una dependencia física y psicológica a las sustancias y a la conducta.
- LGTBIfobia interiorizada y trauma: El temor al rechazo así como experiencias traumáticas que hemos vivido como miembros de la comunidad LGTBIQ+ puede afectar negativamente a cómo nos relaciones y vinculamos sexoafectivamente.
Intervención Psicológica: Claves para la Recuperación
La intervención psicológica juega un papel crucial en el tratamiento del chemsex. Un enfoque integral debe considerar:
- Evaluación exhaustiva: Identificar los factores de riesgo, los problemas de salud mental subyacentes y las motivaciones para el consumo.
- Terapias eficaces para el tratamiento del Chemsex:
- Terapia cognitivo-conductual: Modificar pensamientos y comportamientos relacionados con el chemsex.
- Terapia de aceptación y compromiso: Aceptar las experiencias difíciles y desarrollar habilidades para vivir una vida más plena.
- Terapia interpersonal: Mejorar las habilidades sociales y las relaciones interpersonales.
- Tratamiento de la comorbilidad: Abordar otros problemas psicológicos coexistentes.
- Grupos de apoyo: Facilitar la conexión con otras personas que comparten experiencias similares.
Prevención: Un Enfoque Multifacético
La prevención es clave. La prevención del Chemsex requiere un esfuerzo conjunto en diferentes áreas:
- Educación: Informar a la población sobre los riesgos asociados con el Chemsex.
- Reducción de daños: Proporcionar información sobre el consumo seguro de drogas y la prevención de enfermedades.
- Creación de comunidades seguras: Fomentar espacios donde las personas LGBTQ+ se sientan aceptadas y valoradas.
- Políticas públicas: Promover políticas que reduzcan el estigma y aumenten el acceso a los servicios de salud.
Conclusiones
El Chemsex es un fenómeno complejo que requiere una respuesta multidisciplinaria. La intervención psicológica, combinada con estrategias de prevención y reducción de daños, es fundamental para ayudar a las personas a superar esta problemática y mejorar su calidad de vida.
En AGJ Centro de Psicología podemos ayudarte, disponemos de un equipo de psicólogos y sexólogos especializados en atención psicoterapéutica a la comunidad LGTBIQ+.